EPIDEMIAS EN CHILE

MORTALIDAD EN CHILE    1879-1918

A partir de 1879 comenzó a llevarse en Chile la estadística de la mortalidad producida por la epidemia de la viruela, se tienen cifras pavorosas:

AÑO        # FALLECIDOS

1879          2.138

1880           7.254

1886           7.341

1895         10.615

1909           3.000

1910           1.928

1911           2.374 (solamente en Santiago) Se anuncia que la estadística arroja anualmente en Chile 17.000 muertos por la tuberculosis. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 20 de enero de 1916).

Desde 1879 hasta 1910 inclusive, la estadística formada por la Junta Central de Vacuna en Chile acusa un total de 90.185 víctimas causadas por la viruela. En ese total están comprendidos únicamente los fallecidos en los lazaretos. Hay que agregar a esa cifra un 40% más de variolosos muertos en las poblaciones, porcentaje aceptado por todos los facultativos chilenos especialistas en esta materia. Con ese 40%, el total de defunciones en Chile por viruela durante 31 años fue de 126.259 personas.

Muchas otras enfermedades ya se han hecho endémicas en el país. Tenemos el tifus, la tuberculosis, la tifoidea, la alfombrilla, la tos convulsiva que hacen estragos todos los años entre los habitantes del país, sobre todo entre los niños. (Revista “El Heraldo Evangélico”. 14 de diciembre de 1911).

Lista de epidemias y años de emergencias:

Alfombrilla (1900, 1905 – 1906)

Tos convulsiva (1901, 1916)

Viruela (1904-1905, 1909-1911, 1915-1916)

Peste bubónica (1904 – 1905, 1908, 1911, 1915-1916)

Fiebre aftosa (1904)

Tuberculosis      (1911, 1915-1918)

Lepra (1911)

Gripe/influenza española (1916, 1918)

Tracoma (1916)

Fiebre tifoidea (1918)

Tifus (1918)

ALFOMBRILLA

1900: Hay epidemia de alfombrilla en Valparaíso, Concepción y Santiago.

Concepción: Muchos de nuestros niños estuvieron y aún están enfermos de la alfombrilla, aunque no ha habido defunciones. Hemos cerrado nuestra escuela parroquial para evitar la propagación. La Liga Epworth, organizada entre los jóvenes por el pastor J. S. Valenzuela, sigue su marcha próspera. Nos regocijamos en notar el adelanto de cada uno de ellos. Ya nos ayudan en los cultos de Talcahuano, debido a lo cual esperamos afirmar el trabajo en ese puerto. (Revista “El Cristiano”, 25 de noviembre de 1900).

1905

En Valparaíso la alfombrilla cuenta también con una víctima en la hijita del hermano Fernando Rhode.

Collipulli: La obra evangélica sigue siempre en este pueblo en su marcha no interrumpida. Sólo hemos tenido que lamentar la muerte de los siguientes niñitos, miembros de la escuela dominical, que han caído víctimas de la epidemia reinante aquí en Ercilla, que es la peste alfombrilla, junto con la escarlatina. El primero que murió fue el niñito Juan B. Gutiérrez, hijo de la hermana Emiliana Jaquez vda. de G. El segundo fue el niño Pedro Antonio Cerón, hijo de los esposos y miembros fieles de la iglesia, José del C. Cerón y Beatriz Castillo. El tercero fue la niñita de estos mismos hermanos y finalmente dejó de existir el niño José Avelino Ortiz, hijo de una hermana creyente en el Señor. Esta epidemia, que se ha desarrollado en este pueblo con caracteres alarmantes, hace sus víctimas en todas las clases sociales, pero en especial entre los niños, sembrando el luto en muchos hogares. Uno de los niñitos del pastor sigue también bastante grave, tanto que se teme por su vida. (Revista “El Cristiano”, 13 de noviembre de 1905).

1906

Mulchén: La peste nos está invadiendo, y ya ha dejado de luto a los hermanos Herrera y Sánchez y otros están agonizantes. El 25 de diciembre, fecha tan deseada por los alumnos de la escuela dominical y a pesar de tener que truncar el programa por la inasistencia de los mejores alumnos y alumnas que tenían parte en él, por encontrarse enfermos con el flagelo de la peste que está diezmando los niños en Mulchén. (Manuel J. Burgos, Revista “El Cristiano”, 8 de enero de 1906).

TOS CONVULSIVA, TISIS y GRIPE

1901: Hay epidemia de tos compulsiva y tisis.

Iquique: La congregación de la Iglesia Metodista está algo disminuida por causa de las muchas enfermedades. La tos compulsiva es una verdadera epidemia. Los grandes padecen de reumatismo, fiebres y tisis. Hace poco tuvimos cuatro en el hospital en un tiempo. Todos han salido ya, dos de ellas (porque son hermanas) se han sanado; las otras, teniendo tisis, no es probable que se mejoren. A causa de estas enfermedades hemos perdido a un hermano con toda su familia, porque se fue a Perú para ver si el cambio de clima hiciera bien a su cuñada, que es una de las tísicas. (Revista “El Cristiano” 1901)

1916

Por motivo de la epidemia de gripe y tos convulsiva, se clausuró temporalmente el Internado Barros Arana. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 20 de julio de 1916).

VIRUELA

1904 – 1905

Santiago: La epidemia de la viruela ha vuelto a recrudecer en la ciudad de una manera alarmante. Durante la semana que acaba de terminar se han atendido 111 variolosos en el Lazareto de San José, de los cuales ninguno ha sido dado de alta hasta ahora. Por suerte, el servicio de vacuna se practica con toda regularidad. (Revista “El Cristiano”, 25 de abril de 1904).

Toda la prensa del país aboga por la vacuna obligatoria en vista de la viruela. Parece que muchos miembros del Congreso sostendrán tales teorías en las próximas sesiones ordinarias. Esta epidemia de viruelas, que ya de endémica, pasa a ser constante, cuenta con más de 114 enfermos en el lazareto. Así, pues, la vacuna obligatoria se hace indispensable. (Revista “El Cristiano”, 23 de mayo de 1904).

Epidemia de viruela (Talcahuano, Lota, Coronel, Valparaíso, Limache). En Valparaíso, el total de casos fatales se ha dicho ser de dos a tres mil y aún hasta quince mil. La verdad imposible saber con exactitud, se hallará probablemente entre estos dos extremos. En esta plaga espantosa la iglesia ha sufrido. Han habido como cuarenta casos en nuestras familias, mayormente niños. Casi la mitad han sido fatales. Existen en Santiago 111 individuos atacados de viruela. (Revista “El Cristiano”, 15-22 de mayo de 1905). Valparaíso: La epidemia de viruela ha recrudecido en una forma verdaderamente aterradora. El miércoles se denunciaron a la Asistencia Pública y al Consejo de Higiene 58 casos nuevos y durante el día de ayer se dio aviso de 42 más y hoy 25 casos. Contribuye, sin duda, al espantoso desarrollo de la epidemia el estado lamentable en que se encuentran las calles de la ciudad, después de las últimas lluvias. El lazareto está atestado y no hay una sola cama disponible. En Viña del Mar la epidemia ha adquirido caracteres de mayo gravedad que, en Valparaíso, con relación a la población. Hay 250 casos registrados en Valparaíso y 163 en Viña. (Revista “El Cristiano”, 3 de julio de 1905).

En Valparaíso la existencia de variolosos en los lazaretos es: Playa Ancha 456 casos, Cerro Barón 146 casos, Viña del Mar 147, y Población Viña del Mar 83. Hay 94 casos en Concepción y 97 en Santiago. En Talcahuano, Antofagasta y otros puntos de la República han sido clausurados todos los establecimientos de instrucción pública. La viruela corre en este puerto como un incendio inapagable. No hay barrio ni calle, parece, que no tenga sus banderas blancas como seña de la existencia de variolosos en el local indicado. No hemos quedado libres. Hemos tenido hasta ahora (8 de julio) como 25 casos. Como la mitad de ellos adultos, de los cuales han fallecido dos; de los niños 4. A causa de la extensión de la viruela se ha suspendido las reuniones en varios locales y la asistencia en la iglesia ha mermado mucho. Oran por nosotros, hermanos, porque no hay nada seguro del contagio, que extiende por la más densa ignorancia. (W. C. Hoover, Revista “El Cristiano”, 7 de agosto de 1905). En Valparaíso la existencia de variolosos en los lazaretos es: Playa Ancha 456 casos, Cerro Barón 146 casos, Viña del Mar 147, y Población Viña del Mar 83.

Hay 94 casos en Concepción y 97 en Santiago. En Talcahuano, Antofagasta y otros puntos de la República han sido clausurados todos los establecimientos de instrucción pública.

Valparaíso: La viruela corre en este puerto como un incendio inapagable. No hay barrio ni calle, parece, que no tenga sus banderas blancas como seña de la existencia de variolosos en el local indicado. No hemos quedado libres. Hemos tenido hasta ahora (8 de julio) como 25 casos. Como la mitad de ellos adultos, de los cuales han fallecido dos; de los niños 4.

A causa de la extensión de la viruela se ha suspendido las reuniones en varios locales y la asistencia en la iglesia ha mermado mucho. Oran por nosotros, hermanos, porque no hay nada seguro del contagio, que extiende por la más densa ignorancia. (W. C. Hoover, Revista “El Cristiano”, 7 de agosto de 1905).

1909

En Santiago una epidemia de viruela, al principio del año, que durante mes tras mes llevaba miles de víctimas, ha sido cause de estorbo en nuestras iglesias. Uno de los pastores pasando de casa en casa encontró un conventillo de donde ya se había llevado no menos de sesenta personas atacadas con esa enfermedad horrible. (Actas: Conferencia Anual de Chile 1910)

Apareció la viruela en Santiago en los barrios de Cañadilla, Huemul y Matadero. En vista de las proporciones que en Santiago ha tomado la viruela, el alcalde, don Luis A. Moreno, ha dispuesto el aseo extraordinario de la ciudad. Se va a proceder a la vacunación general en los barrios amagados por la viruela. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 6 de abril de 1911). En Santiago se ha propagado la viruela de un modo alarmante. En el lazareto hay 80 pestosos y numerosos de estos mueren en los conventillos. (8 de junio de 1911). En la última semana se presentaron en el Cerro Cordillera de Valparaíso 20 casos de viruela, casi todos fatales. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 11 de mayo de 1911). La viruela apareció en Valdivia, en los barrios centrales. (18 de mayo de 1911). La viruela se desarrolla en Quillota y en todo el departamento de una manera alarmante. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 6 de junio de 1911). La epidemia de viruela aumenta en forma alarmante en Antofagasta. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 3 de agosto de 1911). En Antofagasta se clausuró las escuelas para evitar la propagación de la viruela. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 17 de agosto de 1911).

La viruela se desarrolla en Santiago; penetrando al Regimiento de Cazadores, donde hizo 14 víctimas… Se han ordenado la vacunación de las tropas acantonadas en Santiago y la desinfección de los cuarteles. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 17 de agosto de 1911). La viruela va desarrollándose en Santiago en una manera alarmante. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 26 de octubre de 1911). Diariamente llegan al lazareto de San José hasta treinta atacados de viruela. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 2 de noviembre de 1911).

Se vacuna gratuitamente en todas las comisarías y en la Federación de Estudiantes. La viruela se ha extendido tanto en Santiago que ya no hay calle en que no haya uno o más variolosos. Los barrios en que más víctimas ha hecho hasta ahora el terrible flagelo son los de Independencia, San Pablo y Matadero. El Gobierno declaró infestada la ciudad, y desde luego ha entrado en vigencia la ley sanitaria. Hay 80 vacunadores ejerciendo su servicio en Santiago. Los estudiantes de medicina iniciaron la vacunación en las escuelas públicas. Se anuncia que el número de casos de viruela es diariamente de cien o más. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 9 de noviembre de 1911).

1915

La viruela está diezmando a la población de Lonquimay. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 29 de abril de 1915)

Apareció la viruela en Viña del Mar. (27 de mayo de 1915). Continúa desarrollándose la viruela en la pampa de Tarapacá. (9 de septiembre de 1915). En los pueblos de la pampa de Iquique hace estragos la viruela. (4 de noviembre de 1915).

1916

Apareció la viruela en Concepción. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 22 de junio de 1916). En Tacna y sus alrededores se ha desarrollado la viruela. (17 de agosto). Apareció la viruela en Antofagasta. Se anuncia que la viruela está haciendo estragos en muchos puntos del país. (14 de septiembre).

PESTE BUBÓNICA

1904 – 1905

Ayer la existencia en el lazareto era de 33, y muerto en su domicilio uno, a causa de la peste bubónica en Antofagasta. La peste disminuye. (Revista “El Cristiano”, 13 de junio de 1904).

Antofagasta: Sigue desarrollándose la terrible plaga de peste bubónica; pero las autoridades han tomado todas las medidas del caso para extinguirla. (Revista “El Cristiano”, 25 de abril de 1904). Esta epidemia va en decadencia en Lima y Callao, pero en Antofagasta no declina. (9 de mayo de 1904). Desde que se desarrolló esta plaga en Antofagasta, hace poco más de un mes, han ocurrido más de 200 casos. Los fallecidos pasan de 70, y aún no declina el mal. (Revista “El Cristiano”, 23 de mayo de 1904). En el puerto de Valparaíso se ha declarado la peste bubónica. En el barrio del Almendral se atienden los tres primeros casos que se han presentado. (Revista “El Cristiano”, 15 de agosto de 1904).

Antofagasta: Sigue desarrollándose la terrible plaga de peste bubónica; pero las autoridades han tomado todas las medidas del caso para extinguirla. (Revista “El Cristiano”, 25 de abril de 1904). Esta epidemia va en decadencia en Lima y Callao, pero en Antofagasta no declina. (Revista “El Cristiano”, 9 de mayo de 1904). Desde que se desarrolló esta plaga en Antofagasta, hace poco más de un mes, han ocurrido más de 200 casos. Los fallecidos pasan de 70, y aún no declina el mal. (Revista “El Cristiano”, 23 de mayo de 1904). Ayer la existencia en el lazareto era de 33, y muerto en su domicilio uno, a causa de la peste bubónica en Antofagasta. La peste disminuye. (Revista “El Cristiano”, 13 de junio de 1904).

Valparaíso: En el puerto de Valparaíso se ha declarado la peste bubónica. En el barrio del Almendral se atienden los tres primeros casos que se han presentado. (Revista “El Cristiano”, 15 de agosto de 1904).

Pisagua: Casi fue despoblada por la peste bubónica. Luego quedó casi completamente destruida por el fuego. Hay 69 casos de peste bubónica en Pisagua. La semana pasada un voraz incendio casi destruyó toda la población de Pisagua. (Revista “El Cristiano”, 6 y 27 de marzo de 1905).

Las pestes de viruela y bubónica están haciendo muchos estragos y constituyen un atraso muy grande en nuestra obra misionera. En Antofagasta nuestra escuela ha sufrido bastante. La vacunación de las masas del pueblo sigue adelante rápidamente en toda la República. Esta medida es muy eficaz cuando empleada con tiempo. Sin duda, si fuera obligatorio produciría magníficos resultados en pro de la salud pública. (Revista “El Cristiano”, 31 de julio de 1905).

1908

En 1908 Arica sufrió de la peste bubónica y otras epidemias. Cinco miembros de la pequeña congregación metodista fallecieron. (Actas: Conferencia Anual de Chile 1909)

1911

Últimamente ha habido 12 casos de peste bubónica en Iquique. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 9 de marzo de 1911). Desde el día 13 se han presentado en Pisagua 13 casos de peste bubónica, todos fatales. (Revista “El Heraldo Evangélico”,30 de marzo de 1911).

1915 – 1916

La epidemia de peste bubónica ha recrudecido en Iquique. Con este motivo, el Gobierno ha ordenado que el regimiento Carampangue abandone su cuartel y se trasladado a la pampa. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 17 de junio de 1915). La peste bubónica aparece y se desarrolla en Coquimbo durante el mes de agosto de 1915”. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 12 y 19 de agosto de 1915). Recrudece la bubónica en Tacna. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 16 de septiembre de 1915).

Continúa la epidemia de bubónica en Tacna. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 11 de mayo de 1916). Apareció la bubónica en Tocopilla. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 28 de septiembre de 1916).

FIEBRE AFTOSA

1904

Santiago: Se ha podido comprobar que en el Matadero se han estado beneficiando animales vacunos que estaban atacados de fiebre aftosa. Esta enfermedad es un verdadero peligro por su fácil transmisión al hombre. (Revista “El Cristiano”, 25 de abril de 1904).

TUBERCULOSIS

1911

La Liga contra la Tuberculosis proyecta fundar un sanatorio de altura en el Cajón de Maipo. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 9 de marzo de 1911). La Liga contra la Tuberculosis ha comprado en San José de Maipo la quinta “La Finca” para instalar un sanatorio de altura. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 5 de octubre de 1911).

1915

La Liga contra la Tuberculosis ha puesto a disposición de las Colonias Escolares Domingo Villalobos el Parque de Salud de San José de Maipo, durante la temporada de vacaciones. Se organizó en Santiago una asociación titulada “Amigos del Aire Puro”, destinada a combatir la tuberculosis. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 7 de enero de 1915). Se anuncia que la estadística arroja anualmente en Chile 17.000 muertos por la tuberculosis. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 20 de enero de 1916).

1916- 1918

La Liga contra la tuberculosis envió a su asilo de Cartagena la primera partida de niños. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 9 de noviembre de 1916). La Liga contra la tuberculosis envió a Cartagena el tercer grupo de 60 niños a pasar 40 días a la orilla del mar. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 31 de enero de 1918).

LEPRA

1911

Apareció un caso de lepra en Talcahuano y se denuncia que el leproso no ha sido sometido a las condiciones de aislamientos necesarias para evitar la difusión de la plaga. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 9 de marzo de 1911). Se denuncia el hecho de que un negro atacado de lepra vaga libremente por las calles de Talcahuano. El Heraldo Evangélico). Un negro atacado de lepra que llegó de Talcahuano a Santiago, fue recluido en el Hospital de San José. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 13 de abril y 4 de mayo de 1911).

TRACOMA

1916

Apareció en Concepción la epidemia de enfermedad a la vista llamada tracoma. También se está desarrollando en Santiago. Todo el Archipiélago de Chiloé está contagiado. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 11 de mayo de 1916). Se anuncia que el tracoma fue introducido en Llanquihue y Chiloé por una avalancha de mercachifles turcos. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 15 de junio de 1916). En Llanquihue y Chiloé hay en tratamiento 1.373 enfermos de tracoma. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 22 de junio de 1916). En Maullín se han constatado 865 casos de tracoma. Hay cerca de 3.000 casos de tracoma en la provincia de Llanquihue. En Santiago ha aparecido el tracoma. El tracoma continúa propagándose en el Asilo de la Infancia. Apareció el tracoma en el Hospital de Niños de Santiago. Están ocurriendo tracomatosos a los hospitales. En los servicios sanitarios de Llanquihue y Chiloé hay inscritos 5.190 enfermos de tracoma. Revista “El Heraldo Cristiano”, (17 de agosto, 24 de agosto, 12 de octubre y 21 de diciembre de 1916).

FIEBRE TIFOIDEA

1918

En Santiago reina la fiebre tifoidea. Se atribuye al regadío de los campos con agua de las acequias que recogen los desperdicios de la Escuela de Medicina y de los Hospitales. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 23 de mayo de 1918). El doctor Corvalán, presidente del Consejo Superior de Higiene, confirma el hecho de que el tifus de Santiago es producido por las verduras regadas con aguas del alcantarillado. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 28 de febrero de 1918).

INFLUENZA ESPAÑOLA

1918

En Santiago se ha extendido la influenza española con caracteres epidémicos. La Sociedad Médica pide la desinfección de la ciudad para cortar la epidemia que cada día se extiende más. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 24 de octubre de 1918). En los hospitales se habilitan camillas para los atacados de la epidemia. La autoridad suprimió las romerías al cementerio en noviembre por motivo de la epidemia. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 31 de octubre). Para combatir la influenza española la Municipalidad de Santiago ha tomado varias medidas prácticas: en los tranvías se prohíbe abrir la puerta delantera, se ha ordenado una limpieza pronta y completa de los conventillos y ha suspendido la romería a los cementerios. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 7 de noviembre de 1918). En los hospitales de Santiago se están rechazando, por falta de camas, enfermos de la epidemia reinante. En el hospital de San José se ha habilitado ochenta camas para enfermos de gripe. La gripe ha aparecido en las provincias del norte y del sur. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 7 de noviembre de 1918). La epidemia continúa su avance. Se clausurarán los establecimientos de educación. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 21 de noviembre de 1918). Por falta de hospitalización, la mortalidad en Santiago ha aumentado grandemente entre la clase pobre. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 9 de noviembre de 1918).

TIFUS

1918

El tifus, epidemia matadora, se desarrolla en Santiago de una manera alarmante. Se ha comprobado que el estado de la capital en cuanto a higiene es horrible. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 14 de noviembre de 1918). La Sociedad Médica pide al Gobierno medidas sanitarias para librar la ciudad de la epidemia del tifus. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 5 de diciembre de 1918).

SERVICIOS DE SALUD 1904 – 1918

Toda la prensa del país aboga por la vacuna obligatoria en vista de la viruela. Parece que muchos miembros del Congreso sostendrán tales teorías en las próximas sesiones ordinarias. Esta epidemia de viruelas, que ya de endémica, pasa a ser constante, cuenta con más de 114 enfermos en el lazareto. Así, pues, la vacuna obligatoria se hace indispensable. (Revista “El Cristiano”, 23 de mayo de 1904).

El Congreso concedió 200 mil pesos para combatir las enfermedades infecciosas. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 14 de septiembre de 1911).

La Liga contra la Tuberculosis ha comprado en San José de Maipo la quinta “La Finca” para instalar un sanatorio de altura. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 5 de octubre de 1911).

El Gobierno acordó instalar en Chile el servicio de policía sanitaria animal. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 5 de octubre de 1911).

Los lecheros de Santiago acordaron recurrir a los tribunales pidiendo la nulidad del reglamento municipal que manda esterilizar la leche y prohíbe venderla descremada. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 23 de marzo de 1911).

Se inauguró oficialmente el Servicio de Asistencia Pública en Santiago. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 10 de agosto de 1911).

El personal del desinfectorio público de Santiago presentó su renuncia, debido a la escasa remuneración que se le paga. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 14 de septiembre de 1911).

La comisión municipal encargada de inspeccionar las panaderías de Santiago declara en su informe que estos establecimientos se hallan en malas condiciones de higiene y salubridad. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 7 de septiembre de 1911).

Por temor al contagio de viruela, se ha establecido en la oficina de emisión fiscal el canje de billetes sucios que presente el público. Se ha ordenado la fumigación diaria de los templos y tranvías. En Santiago la revisión de domicilios por la policía, para comprobar la existencia de variolosos, se continúa haciendo con energía y regularidad. El servicio extraordinario de vacunación a domicilio continúa con éxito. Cada día se hace alrededor de siete mil vacunaciones. Se ha ordenado que los vendedores ambulantes de artículos alimenticios los cubran con linón a fin de librarlos de las moscas que comunican el contagio de viruela. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 16 de noviembre de 1911). La epidemia continúa avanzando a pesar de las medidas adoptadas hasta aquí para combatirla. (30 de noviembre de 1911).

Ante los estragos de la actual epidemia “El Mercurio” acusa al Gobierno por haber soportado que una municipalidad corrompida siguiera al frente de la administración comunal y abandonase durante meses los servicios de aseo de la ciudad. También lo acusa por haber demostrado falta absoluta de interés en el despacho de los proyectos de Código Sanitario, el de represión del alcoholismo y el de reforma de las habitaciones obreras. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 7 de diciembre de 1911).

Se ha empezado a aplicar las multas a los propietarios de conventillos insalubres que aún no han sido refaccionados y desinfectados. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 16 de noviembre de 1911). Las oficinas de la Intendencia se han visto llenas de caballeros que iban a interponer en influencia para que se les dispensara el pago de la multa de cincuenta pesos por mantener conventillos insalubres. (23 de noviembre de 1911).

El personal del desinfectorio público de Santiago presentó su renuncia, debido a la escasa remuneración que se le paga. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 14 de septiembre de 1911).

El Congreso concedió 200 mil pesos para combatir las enfermedades infecciosas. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 14 de septiembre de 1911).

El Gobierno acordó instalar en Chile el servicio de policía sanitaria animal. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 5 de octubre de 1911).

Por temor al contagio de viruela, se ha establecido en la oficina de emisión fiscal el canje de billetes sucios que presente el público. Se ha ordenado la fumigación diaria de los templos y tranvías. En Santiago la revisión de domicilios por la policía, para comprobar la existencia de variolosos, se continúa haciendo con energía y regularidad. El servicio extraordinario de vacunación a domicilio continúa con éxito. Cada día se hace alrededor de siete mil vacunaciones. Se ha ordenado que los vendedores ambulantes de artículos alimenticios los cubran con linón a fin de librarlos de las moscas que comunican el contagio de viruela. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 16 de noviembre de 1911). La epidemia continúa avanzando a pesar de las medidas adoptadas hasta aquí para combatirla. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 30 de noviembre de 1911).

Ante los estragos de la actual epidemia “El Mercurio” acusa al Gobierno por haber soportado que una municipalidad corrompida siguiera al frente de la administración comunal y abandonase durante meses los servicios de aseo de la ciudad. También lo acusa por haber demostrado falta absoluta de interés en el despacho de los proyectos de Código Sanitario, el de represión del alcoholismo y el de reforma de las habitaciones obreras. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 7 de diciembre de 1911).

La Intendencia de Santiago ha pedido a Buenos Aires cuatro máquinas incineradoras de basuras para instalarlas en la capital. (Revista “El Heraldo Evangélico”, 28 de diciembre de 1911).

El 22 de septiembre empezó a regir la ley de vacunación obligatoria. (Revista “El Heraldo Cristiano”, 10 de octubre de 1918).

Investigación/Recopilación:
Florrie Snow B.
Centro Documentación Metodista
Iglesia Metodista de Chile

Fuentes:
Revista “El Heraldo Cristiano”, Revista “El Heraldo Evangélico”, Revista “El Cristiano”