Credo Social de la Iglesia Metodista

POSICIÓN RELIGIOSA 

1.-   LA IGLESIA METODISTA se preocupa de estudiar los complejos tiempos y problemas que afrontamos hoy, a la luz de las eternas enseñanzas de Jesús. El nos enseñó a amar a nuestros prójimos y, porque los amamos, buscamos justicia para ellos. Creemos que permanecer mudos en presencia de las necesidades, injusticias y explotación, sería traicionar a Jesús.

2.-   CREEMOS QUE Dios es Padre de todos los pueblos y razas y que Jesucristo es Su Hijo, y que nosotros y todos los hombres somos hermanos y que el hombre posee valor infinito como hijo de Dios.

3.-   CREEMOS que la personalidad humana es lo más valioso que hay en el mundo.   Nosotros calificamos todas las instituciones y prácticas por el efecto que dejan sobre la personalidad humana. Viendo que la personalidad es oprimida en tantas partes del mundo, trabajamos por conseguir su emancipación y procurar su enriquecimiento y redención. Así como Jesús murió por la redención de la vida humana, creemos que es nuestro deber vivir para cumplir nuestras obligaciones en el sentido de salvar al hombre de su pecado y de toda influencia que lo perjudique o destruya.

POSICIÓN SOCIAL

1.-   LA IGLESIA METODISTA sostiene que deben concederse derechos y completa justicia a todos los hombres, cualquiera que sea su condición o estado; así mismo mantiene que debe protegerse al individuo y a la familia, por la simple norma de pureza; que se debe proporcionar educación sobre los deberes del matrimonio y sobre la responsabilidad que envuelve el hecho de ser padre; que toda familia debe gozar del privilegio de una vivienda sana y adecuada; y que debe haber legislación apropiada sobre el matrimonio y leyes sensatas sobre el divorcio.

2.-   ESTAMOS A FAVOR  de la debida legislación de las condiciones de trabajo de las mujeres, especialmente de las madres; que gocen de un adecuado ambiente físico y moral; estamos a favor de la abolición del trabajo infantil; y por las más adecuadas facilidades para la protección, educación espiritual y recreación saludable de todo niño y por la formulación de programas educativos que sirvan para alcanzar estos fines.

3.-   CREEMOS que el desarrollo industrial que hace posible la abundancia económica para todos, coloca sobre los hombres grandes responsabilidades morales en virtud de que el desarrollo espiritual de grandes masas de hombres es, innecesariamente, perturbada por la pobreza.   Estamos a favor de la extirpación y prevención de la pobreza.   Reconocemos el derecho a la vida, de todo individuo.   Creemos que es nuestro deber cristiano hacer todo lo posible para proporcionar a todos los hombres oportunidades para ganarse adecuadamente su subsistencia.   En virtud de que la falta de trabajo tiende a destruir la dignidad de los individuos, creemos que todos los obreros deben estar a cubierto de la desocupación forzosa.

4.-   NOS OPONEMOS a todo lo que signifique desperdiciar valores sociales, económicos y morales.   Abogamos por la conservación de la salud y por la protección del trabajador que usa maquinarias peligrosas.

5.-   ESTAMOS EN FAVOR  de horas razonables de trabajo; por sueldos y salarios justos y porque todo trabajo se realice en condiciones sanas y benéficas para los obreros manuales o intelectuales, y porque todos los obreros gocen de periodos de descanso, y por la más equitativa división del producto de las industrias.

6.-   ESTAMOS EN FAVOR de toda forma de legislación que brinde seguridades integrales en tiempo de vejez; que proteja al trabajador contra accidentes ya sufridos y por una protección cada vez más eficiente en contra de las condiciones que produce la miseria.

7.-    ESTAMOS EN FAVOR de los derechos de los empleados y empleadores para organizarse y efectuar tratos colectivos; queremos que ambos grupos sean protegidos dentro del ejercicio de sus derechos y que ambos reconozcan sus obligaciones a favor del bien público.

8.-   ESTAMOS EN FAVOR del principio de la adquisición de propiedad mediante los procedimientos cristianos y creemos que debe acentuarse el principio de la mayordomía en el uno de la propiedad; y en la aplicación práctica del principio cristiano del bienestar social en la adquisición y manejo de la riqueza y en la subordinación del motivo del lucro al espíritu creador y cooperativo.

9.-   ESTAMOS EN FAVOR  de la defensa del campesino y su familia y de la conservación de todos, los valores de la vida rural.

10.-   ESTAMOS EN FAVOR de que todos los obreros dispongan a lo menos un día de descanso en cada siete.

11.-   ESTAMOS EN FAVOR de la protección del individuo, del hogar y de la sociedad, de los daños sociales, económicos y morales del tráfico de bebidas alcohólicas y de drogas.

12.-   ESTAMOS EN FAVOR de la aplicación del principio redentor en el tratamiento de los que han delinquido en contra de la sociedad.   Recomendamos un estudio continuo y más científico, a cargo de los elementos cristianos, ciudadanos caracterizados y agencias del Gobierno, del castigo de crímenes para los que se pide la pena de muerte, a fin de que se busque un método que, al mismo tiempo que proteja a la sociedad, no ofenda la sensibilidad de los que consideran que la pena capital es contraria a las enseñanzas de Jesús, el Cristo.

13.-   NOS PRONUNCIAMOS en favor de los derechos de los grupos raciales e insistimos que los principios sociales ya señalados se aplican por igual a todas las razas.

14.-   RECONOCEMOS la necesidad de ejército y marina con fines de policía.   Estamos por el repudio de la guerra y por el descubrimiento y desarrollo de todos los métodos razonables para conseguir la paz, por la reducción de armamentos por parte de todas las naciones, por la participación de cada país en agencias internacionales para la solución pacífica de todas las controversias, y por la creación del espíritu de cooperación entre las naciones.   EN ESTE SENTIDO INSISTIMOS QUE LAS INSTITUCIONES DE LA IGLESIA METODISTA no serán usadas en preparación de la guerra, sino para la promulgación de la paz.   Creemos que la guerra es absolutamente destructiva y que es el más grande pecado colectivo y una negación de los ideales de Cristo. Sostenemos que a IGLESIA METODISTA, como institución, no apoya la guerra ni participará en ella.

15.-   LA IGLESIA METODISTA, leal a los principios del nuevo testamento, enseña el respeto por las autoridades civiles debidamente constituidas.   Sostiene que el gobierno descansa sobre el sostén de su ciudadanía consiente y que los opositores “consientes” de la guerra en cualquiera, o en todas sus manifestaciones, son simplemente el producto del principio de la buena voluntad y del deseo cristiano de paz universal.   Creemos que dichos opositores “consientes”, no deben ser oprimidos por medio del servicio militar obligatorio, en ninguna parte y en ningún tiempo.   Solicitamos y reclamamos, también, que se eximan de todas formas de preparación o de servicio militar a los opositores “consientes” que sean miembros de la Iglesia Metodista.   En esto, los objetores de conciencia tienen la autoridad y el apoyo de la Iglesia.   Sin embargo, reconocemos el derecho que tiene el individuo para responder al llamamiento de su gobierno en alguna emergencia, de acuerdo con los dictados de su conciencia cristiana.

16.-    SOSTENEMOS que deben reconocerse y mantenerse los derechos y responsabilidad de la libertad de palabra, de reunión y de prensa.   Estamos a favor del estímulo de la libre comunicación de mente a mente, como esenciales para el descubrimiento de la verdad.

17.-   NOS PRONUNCIAMOS a favor del derecho que tiene todo individuo y conjunto de individuos para creer en, y abogar por, cualquier método pacífico para la solución de cualquiera, y de todos, los problemas que confronta la sociedad.   Toda. (Revista “El Cristiano” 27 de abril 1941)

La Iglesia Metodista ha tenido siempre una clara visión de sus responsabilidades para con todos los grupos y clases de la sociedad humana.  Su credo religioso consiste en procurar para el individuo el más alto bien integral que se le pueda brindar, de acuerdo con las palabras del que dijo: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

Es por tal motivo que nuestra Iglesia, en todo el mundo, ha fundado Iglesias, escuelas y colegios, hospitales, sala  cunas y diversas instituciones de acción social que han contribuido al alivio humano. (Revista “El Cristiano”  13 de julio 1941)

Por ningún motivo ha desestimado la Iglesia Metodista su labor en los Centros Rurales tanto en los Estados Unidos como de la China; de la India como de la América del Sur o el África.

En nuestro país, el señor Obispo Willliam H. Oldham, de reverenda memoria, el Revdo. Ezra Bauman y otros hermanos se dedicaron a hacer posible el establecimiento de una obra en el campo que, en el correr del tiempo, fuera apoyo efectivo para la cruzada emancipadora de la Iglesia. El fundo “El Vergel”, con su programa inclusivo de redención humana, es una de nuestras mejores realizaciones evangélicas.   Las irradiaciones de todo orden que fluyen de “El Vergel”, se hace sentir en el país y en toda la América del Sur. La redención del campesinado chileno y la revolución en el cultivo de la tierra y la producción y distribución de sus beneficios, en el fundo de la Iglesia Metodista los está realizando paciente y certeramente. (Revista “El Cristiano”  13 de julio 1941)

CREDO SOCIAL METODISTA

La Iglesia Metodista ha tenido siempre una clara visión de sus responsabilidades para con todos los grupos y clases de la sociedad humana.  Su credo religioso consiste en procurar para el individuo el más alto bien integral que se le pueda brindar, de acuerdo con las palabras del que dijo: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

Es por tal motivo que nuestra Iglesia, en todo el mundo, ha fundado Iglesias, escuelas y colegios, hospitales, sala  cunas y diversas instituciones de acción social que han contribuido al alivio humano. (Revista “El Cristiano”  13 de julio 1941)