OBRA METODISTA
En 1902 José Torregrosa fue nombrado a trabajar en Quillota y Limache. En Limache había mucha dificultad en conseguir un local en que celebrar los cultos. El primer local arrendado nos fue quitado por causa del carácter herético de los cultos que celebrábamos. Lo mismo sucedió en otra casa arrendada por uno de nuestros miembros de Valparaíso, quien nos subarrendó una pieza. Su contrato por escritura pública por dos años fue declarado nulo por el juez, porque estaba usando la casa para fines inmorales permitiendo que se celebrasen allí cultos evangélicos, aunque no hay tal objeción al uso actual de la casa como un despacho de licores. Se levantó alguna persecución al principio. Una noche ocurrió un gran disturbio, que interrumpía la reunión, pero por la tranquila confianza y valor de los hermanos, el tropel fue dispersado sin graves consecuencias. (Carta de José Arriola B., Revista “El Cristiano” 25 de abril de 1902).
Al lado de donde tenemos la sala de cultos, está establecida la redacción de “El Independiente”. En dicho periódico apareció, en días pasados, un suelto donde se ve retratado su autor; y que por su buen lenguaje y su refinada educación, deseo que conozcan los lectores de “El Cristiano”. Helo aquí al pie de la letra, y vean los que lo lean, en qué diferencian su autor y el cura Merino, que fue llevado al patíbulo en 1852.
“La autoridad eclesiástica de Limache empieza ya a contrarrestar la propaganda que hace la secta protestante. Como el número de necios es infinito, según lo dice el Evangelio, no faltan ignorantes que se dejan embancar por los discípulos de Lutero, y se apartan de la religión de sus padres. Para que un católico se haga protestante es preciso que sea un tonto o un pillo; pues sólo un corrompido rebelde a la potestad de la Iglesia, un hombre a quien le desagrade la misa, la confesión, el ayuno, la veneración a los santos y a las reliquias; un individuo que odia al Papa, no crea en el purgatorio, en la Santísima Trinidad ni en la virginidad de la Madre de Dios; un sujeto de este juez abraza con entusiasmo una cualquiera del centenar de sectas que forman el protestantismo, porque allí sólo le exigen que cante Salmos y que lea la Biblia; no hay duda que esto es muy cómodo; pero con la vida regalada no se gana el cielo. Para conseguirlo se necesita fe inquebrantable y un grande acopio de obras buenas”.
ASALTO
El domingo, 15 de junio por la noche, estando los hermanos reunidos en oración y ruegos al Señor, fue asaltada aquella pequeña grey por una turba de católicos que no bajarían de cuarenta; los cuales, sin piedad ni consideración siquiera a los niños y mujeres que allí se encontraban, penetraron en aquel pacífico local derramando cuatro paquetes de cohetes y repartiendo golpes y puñetes a diestra y siniestra.
La gritería y el llanto de los niños y mujeres fueron indescriptibles. A los hermanos Sasso y Arriagada los tuvo por largo rato bloqueados aquella jauría de perros descargando sobre ellos puñetes, mordiscos y hasta pares de coces, hasta el extremo que, si Dios no los hubiera guardado, como claramente se ha visto, sin duda que hubieran sido linchados, y la historia hubiera añadido dos víctimas más a los centenares de miles que el fanatismo católico tiene en lista.
¡Qué lástima que tengamos que lamentar semejantes barbaridades en esta querida nación que ostenta en su canción nacional: “La tumba será de los libres o el asilo contra la opresión!”.
Las víctimas acudieron al juez, citando a los principales promotores de esa vergüenza, pero este señor debe ser miope por cuanto dijo: “No hay lugar a la demanda por falta de pruebas”. Si en este caso tan público y que la policía presenció la mitad de la escena no hay pruebas, nosotros no podemos decir, sino que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver; y que en lo sucesivo estamos resueltos a acudir hasta al mismo Ministro en demanda de amparo y justicia.
Respecto al suelto de “El Independiente”, no es mi propósito hacer comentarios por no ser más difuso; basta hacer notar que, según la opinión de su autor, corrompidos y pillos son los dos últimos presidentes de los Estados Unidos, la reina Victoria, el actual rey de Inglaterra, el de Suecia y su hijo, el emperador de Alemania, y unos cuantos millones de hombres más eminentes en el mundo, sin olvidar a los actuales diputados de la República de Argentina y a muchos distinguidos caballeros que tenemos en Chile”. (Carta del pastor José Torregrosa, Revista “El Cristiano”, 20 de junio de 1902).
El 5 de octubre 1902 se organizó la Iglesia Metodista de Limache recibiendo unos pocos miembros por carta, y un buen número a prueba. Unos diecisiete de éstos vinieron más de veinte millas desde el pueblecito de Nogales, donde hace dos años el pastor Torregrosa y otros habían predicado algunas veces.
En 1950 los hermanos de Limache se reúnen en una casa, ya que el local anteriormente ocupado fue perdido por demolición.
Los pastores que atendían Limache por más tiempo:
1917-1921: Juan F. Mardones (desde Quillota)
1932-1936: Primitivo Gallardo (desde Valparaíso)
Investigación:
Florrie Snow B.
Centro Documentación Histórica
IMECH